La clase francesa

Nos llega desde Francia una marejada de buen cine. La alternativa refrescante a un Hollywood corto de ideas. Y llega por estos días a nuestras salas de cine La clase, del director Laurent Cantet, premiada con la Palma de Oro de Cannes 2008 y nominada al Oscar. Y descubrimos además que François Bégaudeau, el protagonista de la película, es también el autor del libro en que se ha basado el guión y en el que también ha participado.

Begaudeau no es un desconocido en su país. Es el autor de dos novelas que han sido recibidas con buenas críticas: Jouer juste (2003) y Dans la diagonale (2005), publicadas por la editorial Verticales, y de una ficción biográfica dedicada a los Rolling Stones, Un démocrate Mick Jagger 1960-1969. También colabora con revistas galas como Transfuge, Playboy, Muze y Le Monde de l’Éducation, y firma una columna futbolística en el diario Le Monde.

La clase (El Aleph Editores) recibió el premio France culture, uno de los más prestigiosos de Francia, y se convirtió en un éxito de ventas alcanzado la cifra de 210.000 ejemplares vendidos únicamente en su país. Ya ha sido traducido a más de 15 idiomas, incluido el gallego.

El libro se inspira en el trabajo cotidiano de un profesor –el hiperactivo Begaudeau fue maestro antes de probar con la literatura- en un conflictivo colegio público de la periferia parisina. Se trata de un emotivo carné de ruta reflejo de la situación actual de la educación pública francesa y de su componente multiétnico y religioso, de la lengua viva que se aleja inevitablemente de Molière y de Balzac, y de los juegos de poder de los que, con frecuencia, emanan los excesos.

Adivinamos a un profesor que por momentos cae en la desesperación y en la fatiga, a punto de abandonar por K.O. cuando pretende explicar qué es un aforismo o el complemento de objeto directo a sus alumnos, chavales que usan los más improbables atajos lingüísticos y que se divierten con la sintaxis como si jugaran a la pelota.

“El libro se propone describir un año escolar con experiencias cotidianas. No hay una dirección narrativa clara ni una trama que se desarrolle alrededor de un acontecimiento. Es verdad que hay consejos disciplinarios, pero solo son un hecho más entre tantos.”, señala Begaudeau. El libro no deja de construir excepcionales retratos, casi poéticos, de cada uno de los alumnos. Entre la admiración y la decepción constantes, el libro adquiere una y otra vez un tono de comedia y de tragedia.

Una película con clase a bordo

El director de La clase, Lauren Cantet, es conocido por películas como El empleo del tiempo (Festival de Venecia, León de Oro) o Recursos Humanos (César a la mejor Opera prima 2001 y Premio de los Nuevos Realizadores del Festival de San Sebastián). Ahora, con La clase –su quinto largometraje- ha sido premiado con la Palma de Oro de Cannes. Pero el reconocimiento más importante para esta película es sin duda su nominación al Oscar de la Mejor Película Extranjera. La ceremonia de entrega se llevará a cabo el próximo 22 de febrero.

“Antes de rodar Hacia el sur, pensé en hacer una película acerca de la vida de un instituto. Muy pronto decidí que toda la película debía transcurrir dentro del instituto. Pero yo quería demostrar que los institutos son como una casa de resonancia; un lugar que se hace eco de los acontecimientos; un microcosmos donde entran en juego cuestiones de igualdad o desigualdad de oportunidades, de trabajo y de poder, de integración cultural y social, de exclusión”, explica Cantet.

Tras el estreno de su anterior cinta, Hacia el sur, Cantet conoce a Fracois Begaudeau que en esa época –corría el 2006- también presentaba su novela. La coincidencia en el punto de vista del libro decidió su posterior colaboración común: “Por una vez, un profesor no escribía para saldar cuentas con adolescentes, presentados como auténticos salvajes o verdaderos tarados. Lo que me gustó y atrajo mucho de la novela es el hombre que se arriesga, que no se limita a enseñar, a decir la verdad. Por eso quise que Bégaudeau encarnara el papel del profesor en la película”.

El otro hecho excepcional del proyecto fílmico es que los jóvenes son estudiantes del colegio público –el Françoise Dolto- donde se rodó. Los chavales participaron en la construcción misma de los personajes, improvisando incluso frases que no estaban en el guión.

“Empezamos a trabajar con los alumnos en noviembre de 2006 y seguimos con ellos hasta el fin del año escolar. Organizamos talleres abiertos los miércoles y los jueves. Cualquiera podía participar si les apetecía. Contando a los que solo vinieron una vez, vimos a unos cincuenta alumnos. La clase de la película está formada casi en su totalidad por los que asistieron durante todo el año; los demás se fueron yendo solos.”, explica Laurent Cantat.

Begaudeau participó en todos los talleres durante el año de preparación de la cinta: “Además de tener una gran facilidad para improvisar, también eran capaces de volver a interpretar una escena con total exactitud y con la misma naturalidad que durante la primera improvisación”. Fue así como fue surgiendo la empatía con los alumnos, la mayoría de ellos en torno a los 15 años de edad, y que dan un tinte de documental a la película.

“Aprendimos a conocerlos y descubrimos lo que podían aportar a los esqueletos de los personajes que les proponíamos. Los personajes del guión inicial, que solo existían en la medida de las situaciones que podían provocar, empezaron a tomar forma. El joven chino del libro por ejemplo, me interesaba por su aún frágil dominio del francés y por el episodio de la expulsión de sus padres, pero el Wei que vemos en la película debe mucho al joven que lo interpreta”, señala Cantet.

El resultado es una película que toca muchos temas polémicos, pero necesarios al debate sobre la sociedad y la educación actual, pero no sólo en Francia sino también en países como España.

Commentaires

Anna a dit…
J'ai appris plein de choses grâce à ton article! Que de réponses à mes nombreuses questions, que je me posais lorsqu'on a vu le film! Qui étaient les élèves, qui était l'acteur/écrivain, quelle est l'idée du réalisateur.. et c'est d'ailleurs ça le seul point négatif du film: il n'arrive pas complètement à montrer que le prof risque, qu'il est impliqué totalement dans sa classe, car à la fin, il laisse tomber, emporté par les problèmes, les engrenages de l'école et les luttes de pouvoir.. qu'en est-il du livre? Est-ce qu'on sent mieux qui est ce professeur?
Muchos besitos,
Tu Anna

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