La opera In-fusion

Se dice que la ópera es para adultos, que es preciso pagar una fortuna para asistir, y otras cosas más, que han llevado a construir una imagen de arte elitista. Por eso, y para ir demoliendo estos lugares comunes, la compañía de artes escénicas Mystica -especializada en fusionar la ópera con otras disciplinas-, presenta La Sierva Patrona en el Teatro de Bellas Artes de Madrid, con la que aspira acercar la ópera a todos los públicos.

Será a partir del 9 de diciembre hasta el próximo 30 de enero, en una serie de presentaciones matinales para colegios, y a precios abordables, sumando la entrega de un valioso material didáctico, sobre el montaje de la obra, a los establecimientos educativos, para que sus estudiantes arriben con algunos conocimientos de base a sus butacas.

Porque la idea de Mystica es que los más jóvenes se acerquen a la creación escénica: “nuestra apuesta es tratar a los niños como personas aptas de entender el teatro. Hoy tratamos a los chavales como si no fueran capaces de analizar porque se les subestima”, dice Pedro Caxade cofundador de la compañía y bajo en la ópera.

Por eso consagrarán los diez primeros minutos de cada representación para hacer una introducción de los tres personajes principales de la obra, del cuarteto de cuerda –dos violines, viola, chelo y un bajo continuo- que los acompaña y de conceptos sobre cómo funciona la Comedia del arte o elucidar, por ejemplo, lo que es un aria.

La obra es dirigida por el prestigioso director italiano Antonio Fava, uno de los más destacados de la escena internacional y creador también de las máscaras, elaboradas todas a mano, empleadas en el espectáculo.

Cuando la sierva manda en casa

La Sierva Patrona es una ópera bufa compuesta por Giovanni Battista Pergolesi, con libreto en italiano de Gennaro Antonio Federico, aunque la compañía la ha traducido íntegramente al español. No obstante, la obra será presentada a los liceos italianos en la lengua original.

Originariamente esta obra era un intermezzo -o composición musical que se coloca entre otras dos mayores- de la ópera seria de Pergolesi ‘Il prigioniero superbo’ (El orgulloso prisionero). Las dos se estrenaron en Nápoles, el 5 de septiembre de 1733. Fue la primera ópera representada después de un terrible terremoto en Nápoles, que había provocado el cierre de los teatros, y con ella se celebraba el cumpleaños de la Emperatriz Habsburgo.

Para aclararnos, la ópera seria es un término musical italiano que remite al estilo noble y serio de la ópera italiana que predominaba en Europa más o menos entre los años 1720 y 1770. En la época el único rival popular de la opera seria era la opera buffa, el subgénero cómico sobre el cual la Comedia del arte y su tendencia a la improvisación ejercieron una gran influencia.

Por su parte la Comedia del arte – o Commedia dell'arte en italiano-, surgida también en Italia alrededor de 1528, con la primeras compañías de máscaras, se contrapone a la comedia erudita cuyo texto se escribía íntegramente. De ahí que se considere como teatro de improvisación. Cada actor tenía un repertorio de frases y bromas a partir de las cuales construía su papel.

El interés por la Comedia del arte, según Pedro Caxade, radicaba en que hacía alusión a los tejemanejes sociales y su éxito consistió “en invertir los valores sociales, donde por ejemplo los siervos mandan y esto producía risa. En La Sierva Patrona es una mujer la que tiene el poder gracias a su astucia. La comedia del arte lo que hace es poner al descubierto otras realidades sociales escondidas.”

Con el paso del tiempo la Sierva Patrona ha sido considerada como la primera obra maestra del género cómica, dirigida además a todos los públicos porque sus personajes representan todo un abanico de facetas del ser humano.